martes, 10 de enero de 2017

LA COMARCA DEL LIÉBANA

¡Hola!!, ¿qué tal el nuevo año?, ¿ y los Reyes?, yo no me puedo quejar, prometo enseñaros todo lo que me han dejado los de Oriente en próximos post.
 Desde aquí les quiero agradecer el interés y cariño que ponen cada año para sorprenderme y agradarme, y aunque este año por motivos laborales no he estado en casa, no se han olvidado de mí.
El 2.017 será un año de iniciar nuevos proyectos, aunque mejor no adelantar nada, os iré contando sobre la marcha...

No tengo palabras para describir la de rincones tan bonitos que descubrí  en una de mis escapadas, esta vez me fui hasta Cantabria,  el tiempo se portó más que bien y pudimos disfrutar de un soleado fin de semana en Diciembre. En esta ocasión llevo vaqueros de STRADIVARIUS y sudadera PULL & BEAR, como complemento elegí una  bufanda que compré en un mercadillo navideño, (me podía pasar días en ellos porque hay cosas chulísimas) , las zapatillas ya os comenté que son de ADIDAS.

El día estaba despejado, así que nuestra intención era ir a Fuente Dé para coger el telesférico que nos situaría en el corazón de los Picos de Europa, pero fue imposible subir, ¡qué disgusto!, un día tan despejado en el que podríamos haber disfrutado de las vistas y del viaje,  (dicen que es como un viaje entre dos mundos, por un lado la civilización, por otro la montaña salvaje), pero, ¡estaba roto!. Así que, paseamos un rato por la estación y nos fuimos hasta Potes, un pueblecito cercano en el que descubrimos rincones preciosos y con mucho encanto.

 Potes pertenece a la comarca de Liébana, en la confluencia de los ríos Quiviesa, Deva y Bullón, de ahí que cuando andas por sus callejuelas empedradas escuches permanentemente el ruido del agua.
 Sus puentes, San Cayetano y de la Cárcel son una belleza, cuando los cruzas es inevitable asomarse a  mirar el río correr entre las casonas hidalgas y edificios medievales.
A pesar de ser un pueblo tan pequeño, podemos pasarnos tranquilamente medio día paseando por sus callejuelas de estilo medieval.

Durante la guerra civil fue destruido el centro de la villa, por lo que todas estas calles están reconstruidas, sorprendiendo aún más lo bien que lo hicieron. Es difícil rendirse a los encantos que ofrece este pueblo que parece estar sacado de un cuento.

Además a los que nos gusta la montaña en esta comarca hay muchísimos sitios donde puedes practicar deportes de aventura. Yo ya me he anotado algunos para la próxima...

























A pesar de que los días en invierno son muy cortos, si los sabes aprovechar le puedes sacar mucho partido, así que la tarde la dedicamos a visitar San Vicente de la Barquera y Santillana del Mar. A mí personalmente me gustó más Santillana del Mar,  era fiesta y cuando llegamos había mucho turismo, así que no pude hacer muchas fotos porque no me gusta que los turistas tapen el paisaje. Curioso, ¿verdad?, siendo yo también turista...jajaja.

San Vicente de la Barquera, se encuentra muy ligada al mar, su principal actividad es el turismo, debido a la gran belleza natural con la que cuenta. El 80% del término municipal pertenece al Parque Natural de Oyambre y goza de una especial protección regulada por la comunidad autónoma de Cantabria como consecuencia de su extraordinario valor paisajístico y ecológico.












Santilllana del Mar, está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España, la verdad que el pueblo está muy bien cuidado, da gusto pasear por él,  ver lo bonitas que lucen las casas con flores en los balcones. Caminar por sus calles empedradas y callejuelas de estilo medieval.
 Es pequeñito, por lo que se puede visitar en poco tiempo, pero es mejor verlo calmadamente para disfrutar de toda su historia.







"Si no escalas montañas, jamás podrás disfrutar el paisaje"

Hasta pronto. Besoooosss!!

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