martes, 9 de mayo de 2017

El Tesoro del Cabo


 Como sabéis, porque os lo he contado en otros post, suelo pasar mucho tiempo haciendo deporte o disfrutando de la playa por el Parque Natural de Cabo de Gata. Muchos son los mitos y leyendas que se conocen sobre él. 

 Una mañana haciendo senderismo, conocí a una persona muy amable que me acompañó casi todo el trayecto, y me contó sobre la leyenda del Tesoro...

"Según la leyenda, un sultán escondió un valioso tesoro en una cueva submarina para evitar que se lo robaran los cristianos. El sultán murió antes de poder transmitir a su familia donde había escondido tanta riqueza. Desde entonces, el tesoro nadie lo ha encontrado, pero todo el mundo piensa que el sultán  lo había escondido en alguna cueva cerca de Vela Blanca, porque así desde la torre podía controlar cualquier movimiento de barcos que pudieran acercarse a la costa. Además cerca de allí,  existe una  colonia de focas monjes y éstas podrían ser los guardianes del sultán, porque no dudarían en atacar y matar a quién pretendiera acercarse a él".

Coincidíamos en que el propio Parque es en sí un tesoro, con lugares llenos de historia, por ejemplo la playa de los Genoveses, que tomó su nombre por haber estado fondeada una armada de más de 200 navíos genoveses para acabar con la piratería en Almería.

A la playa de los Genoveses llegamos andando, entre gran variedad de vegetación y por unas pequeñas dunas de arena y rocas. Al igual que el resto de playas del Parque posee una singular belleza.
Años atrás, esta paradisiaca playa era un lugar tranquilo y solitario, pero hoy en día ha perdido todo ese valor convirtiéndose en verano en un hervidero de turistas playeros que quitan todo el romanticismo a este lugar. Yo suelo ir por allí en primavera y otoño, cuando los turistas ya se han marchado y puedo disfrutarla practicamente a sólas.


















Justo aquí, justo ahora, en este momento, no tienes que saber como será el resto de tu vida; no importa lo que digan los demás.
En este momento no necesitas tener todas las respuestas. Estas vendrán, a tiempo o no, o tal vez las preguntas innecesarias se esfumarán.
No hay prisa. La vida no tiene prisa.
Sencillamente relajémonos en un profundo no saber y permitamos que todo este “fuera de control”, confiando en el orden que hay dentro de lo salvaje...

Hasta el próximo. Besoossss!! 😗