miércoles, 8 de marzo de 2017

Desde un balcón privilegiado


Hola amig@s, siento mucho no haber actualizado la semana pasada, pero fue una semana muy complicada de trabajo y esto requiere mucho tiempo. Y es que detrás de cada foto, de cada texto, de cada una de las publicaciones en el blog  hay todo un trabajo que se no ve...

  Cada vez me gusta más el Casco Antiguo de Almería, pasear por sus callejuelas estrechas, y charlar con su gente. Adentrarme,  y curiosear por rincones donde no llegan los turistas.

 Me gusta pasear a las faldas de la Alcazaba, por el barrio de la Almedina, por Pescadería,  porque ésta es la mejor manera de conocer  su gente, sus costumbres y su cultura.
A simple vista parece el  típico barrio de decorado de cine, aunque según cuentan en el pasado era como un suburbio irreal donde cada vez que te atrevías a recorrerlo te llenabas de aventuras y emociones. ¡Aun recuerdo yo la primera vez que lo visité!, fue de pequeña, en una excursión a la Alcazaba, con el colegio, y nos metieron tanto miedo, que no nos atrevíamos a soltarnos de la mano de nuestro compañer@, ni alejarnos de nuestros profesores.

Me gustan sus casas, humildes,  pequeñas,  de colores  y sobrepuestas unas encima de otras, encajadas por las rocas del cerro de la Alcazaba formando callejuelas de apenas un metro, donde según me cuentan cualquier encuentro era siempre una aventura y que hoy es como un poblado de cartón piedra pegado a las rocas del viejo torreón.

Pero,  detrás de ese paisaje hay un barrio pequeño y pobre, que se asoma a la ciudad desde un balcón privilegiado, compuesto por casas que surgieron del caos y de la necesidad. Allí no llegaban las normas municipales, ni el agua, ni la electricidad y la gente se fue construyendo sus propias viviendas, a veces en sitios inverosímiles donde las casas parecían pender de un hilo. Para su gente aún es un enigma cómo se mantenían en pie cuando en los días de tormenta el agua caía desde el cerro como si fuera una catarata, cuando los vecinos tenían que combatir las goteras a fuerza de cubos y las fachadas estaban llenas de humedad.
 
 Hay quienes dicen que en otra época en el barrio de las Perchas,  las casas de familias  decentes se mezclaban con las viviendas donde las mujeres ejercían la prostitución,  un autentico escenario de mestizaje y contrastes.

 Una señora, me contó que éste no tenía nada que ver con el Barrio Rojo, ni con el Barrio Chino, donde las prostitutas se muestran en escaparates.  Las Perchas era un barrio pobre, en el que la única pretensión era la supervivencia. Aún así, las puertas de sus casas siempre han estado abiertas, sus vidas estaban a la vista de todo el mundo, donde ni había ni hay secretos y donde su gente pasa más tiempo en la calle que en su casa.
 Y es cierto!, porque cuando paseo por allí, me encuentro a muchas señoras sentadas en sus puertas, haciendo punto o cosiendo, mientras sus maridos limpian jaulas y dan de comer a sus pajarillos colgados en las fachadas.

Este laberinto de callejuelas empieza justo a las espaldas del Ayuntamiento, es como un pequeño pueblo a un lado de la ciudad, donde los gatos reinan a sus anchas, y con un decorado natural donde predominan las pencas que rodean todo este entorno.

En la parte más alta, existe un sendero, que ellos mismos fueron abriendo entre las chumberas, un camino que recorre la ladera norte de la Alcazaba, por el que me gusta caminar, y donde disfruto de unas vistas impresionantes desde un balcón privilegiado.















El Vestido y la bufanda son de Stradivarius, la bufanda me la regalaron los Reyes Magos. Los botines los compré en una tienda que está cerca de mi casa llamada A-pares k-locura y en la que puedes encontrar zapatos, ropa y complementos preciosos. Las pulseras un regalo que me dejó mi amigo invisible en la comida de empresa. Espero que os guste, 😊 es un look cómodo y como siempre las fotos están hechas de imprevisto un día cualquiera que salí a pasear.

Sólo hay que observar nuestro mundo cotidiano para descubrir que compartimos nuestro día a día con gente maravillosa que ha protagonizado historias únicas y, lo mejor de todo, están dispuestas a que su experiencia sirva de impulso a otras personas para sacar la mejor versión de sí mismas.

Hasta la próxima.😚