Hola amig@s, siento mucho no haber actualizado la semana pasada, pero fue una semana muy complicada de trabajo y esto requiere mucho tiempo. Y es que detrás de cada foto, de cada texto, de cada
una de las publicaciones en el blog hay todo un
trabajo que se no ve...
Cada vez me gusta más el Casco Antiguo de Almería, pasear por sus callejuelas
estrechas, y charlar con su gente. Adentrarme, y curiosear por rincones donde no llegan los turistas.
Me gusta pasear a las faldas de la Alcazaba, por el barrio de la Almedina, por Pescadería, porque ésta es la mejor manera de conocer su gente, sus costumbres y su cultura.
Me gusta pasear a las faldas de la Alcazaba, por el barrio de la Almedina, por Pescadería, porque ésta es la mejor manera de conocer su gente, sus costumbres y su cultura.
A simple vista parece el típico barrio de decorado de cine, aunque según cuentan en el pasado era como un suburbio irreal donde cada vez que te atrevías a
recorrerlo te llenabas de aventuras y emociones. ¡Aun
recuerdo yo la primera vez que lo visité!, fue de pequeña, en una
excursión a la Alcazaba, con el colegio, y nos metieron tanto miedo, que
no nos atrevíamos a soltarnos de la mano de nuestro compañer@, ni alejarnos de nuestros profesores.
Me gustan sus casas, humildes, pequeñas, de colores y
sobrepuestas unas encima de otras, encajadas por las rocas del cerro de la Alcazaba formando callejuelas de
apenas un metro, donde según me cuentan cualquier encuentro era siempre una aventura y que hoy es como un poblado
de cartón piedra pegado a las rocas del viejo torreón.
Pero, detrás de ese paisaje hay un
barrio pequeño y pobre, que se asoma a la ciudad desde un balcón
privilegiado, compuesto por casas que surgieron del caos y de la necesidad. Allí
no llegaban las normas municipales, ni el agua, ni la electricidad y la gente se fue construyendo
sus propias viviendas, a veces en sitios inverosímiles donde las casas
parecían pender de un hilo. Para su gente aún es un enigma cómo se mantenían en
pie cuando en los días de tormenta el agua caía desde el cerro como si fuera una catarata, cuando los vecinos tenían que
combatir las goteras a fuerza de cubos y las fachadas estaban llenas de humedad.
Hay quienes dicen que en otra época en el barrio de las Perchas, las casas de familias decentes se mezclaban con las viviendas donde las mujeres ejercían la prostitución, un autentico escenario de mestizaje y contrastes.
Una señora, me contó que éste no tenía nada que ver con el Barrio Rojo, ni con el Barrio Chino, donde las prostitutas se muestran en escaparates. Las Perchas era un barrio pobre, en el que la única pretensión era la supervivencia. Aún así, las puertas de sus casas siempre han estado abiertas, sus vidas estaban a la vista de todo el mundo, donde ni había ni hay secretos y donde su gente pasa más tiempo en la calle que en su casa.
Y es cierto!, porque cuando paseo por allí, me encuentro a muchas señoras sentadas en sus puertas, haciendo punto o cosiendo, mientras sus maridos limpian jaulas y dan de comer a sus pajarillos colgados en las fachadas.
Este laberinto de callejuelas empieza justo a las espaldas del Ayuntamiento,
es como un pequeño pueblo a un lado de la ciudad, donde los gatos
reinan a sus anchas, y con un decorado natural donde predominan las
pencas que rodean todo este entorno.
En la parte más alta, existe un sendero, que ellos mismos fueron abriendo entre las chumberas, un camino que recorre la
ladera norte de la Alcazaba, por el que me gusta caminar, y donde disfruto de unas vistas impresionantes desde un balcón privilegiado.
El Vestido y la bufanda son de Stradivarius, la bufanda me la regalaron los Reyes Magos. Los botines los compré en una tienda que está cerca de mi casa llamada A-pares k-locura y en la que puedes encontrar zapatos, ropa y complementos preciosos. Las pulseras un regalo que me dejó mi amigo invisible en la comida de empresa. Espero que os guste, 😊 es un look cómodo y como siempre las fotos están hechas de imprevisto un día cualquiera que salí a pasear.
Sólo hay que observar nuestro mundo cotidiano para descubrir
que compartimos nuestro día a día con gente maravillosa que ha
protagonizado historias únicas y, lo mejor de todo,
están dispuestas a que su experiencia sirva de impulso a otras personas
para sacar la mejor versión de sí mismas.
Hasta la próxima.😚
Hasta la próxima.😚